Una de las cosas que mas detesto en esta sociedad actual, es la cantidad de seres de genero masculinos tan inmaduros, que no se les puede decir hombres sino infantes en cuerpo adulto.
Mi columna de esta semana les vengo a hablar de algo que me ha dejado sorprendida, y adolorida. El caso de un hombre hablando mal de una mujer solo por haberlo dejado, diciendo que esa mujer es una puta, que la va a matar, que si no fuera por el ya otros lo habrían hecho y el la defendió, y por eso el ahora no tiene nada.
Si una mujer te hizo todo eso, no es mejor que te halla dejado? Esa es mi pregunta. Claro, después me entere de el otro lado de la moneda, pues toda historia tiene dos finales, y en este caso encuentro a una mujer muy tranquila, libre por fin de una pareja que rebajaba de nivel, la insultaba si todo salia mal, la menospreciaba, buscaba la forma de hacerla quedar en ridículo en publico, y de que, aun cuando ella aun lo quería, el la maltrataba para que ella se sintiera culpable e hiciera lo que el decía.
Y quien es el que pierde aquí? La mujer muy tranquila, tomando un te mientras espera la hora de entrar a su trabajo, y a un hombre rompiéndose el hígado con alcohol que le regalan los amigos por que ni trabajo encuentra.
Moraleja: Primero, sean honestos consigo mismos. No anden buscando dar lastima, pues eso es lo que hace que esta sociedad este así, llena de parásitos. Luego, no hablen de una mujer, pues las mujeres nunca hacemos nada sin alguna razón de por medio, y siempre buscaremos a alguien que nos trate bien, y nos quiera. Pues para eso son las relaciones humanas, para otorgarnos afecto y pasar un tiempo ameno.
Lo ultimo en esta moraleja es esto: siempre van a ver dos lados de una misma moneda, una historia puede tener dos finales, solo recuerden no quedarse solo con una versión de los hechos. Cuestionen todo, hasta a ustedes mismos, y así lograremos vencer todos los obstáculos que se nos presenten.
Recuerden, los muertos duermen en paz pues sus labios están cocidos y no pueden hablar mal de los demás.
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