Ahora, hoy no quiero hablar de ningún sentimiento que veo decaer en este mundo, y no, no me refiero al amor, que se que usamos ese sentimiento para obtener muchas cosas menos que el sentimiento en si; o a la alegría que ya es considerada un lujo en este país donde vivir es mas difícil que en Grecia.
No quiero hartaros de cosas que no podemos controlar, o que tal vez nos fastidie hacerlo, quiero hablar de algo que me molesta tanto, que no se si deba hablarlo pues tengo miedo de tal vez actuar de forma poco profesional en esta entrada de mi columna.
Son las mentiras, de como buscamos "joder" a los demás con ellas. Como podemos mentir solo para hacernos ver como las victimas, para que las demás personas a nuestro alrededor nos tengan lastima y le hagan da;o a una persona que simplemente nos cae mal. Yo no digo que todos somos santos, yo no digo si una caraja se acuesta con tu macho no le caigas a golpes, o si un hombre golpea a su mujer no valla a otro a demostrarle lo que es ser un hombre de verdad.
Mi queja va con aquellas personas que crean su mundo a raíz de las mentiras, que creen de esa forma se harán mas populares, mas fuertes, y no ven que no solo quedan mal, si no que la verdad siempre sale a flote y maltratara al mentiroso.
Que se gana con mentir? Que nos genera la mentira hecha por hacerle una maldad a alguien?
Lo que nos hace falta es humildad, aprender a vivir nuestra vida como podamos, sin meternos en la vida ajena. Los muertos no deberían ser los únicos con el lujo de dormir en paz.
Grethyl Trygvasson,
una chica que no sabe mentir.
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